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miércoles, 8 de abril de 2020

DESAFÍOS PARA LA IGLESIA DE HOY TRAS LA PANDEMIA DEL COD19 #PANDEMIA (PARTE 1)


DESAFÍOS PARA LA IGLESIA DE HOY
 TRAS LA PANDEMIA DEL COD19 
#PANDEMIA 
(PARTE 1)

Tras ser declarada la aparición del CoVid19 una Pandemia, la  emergencia ha alcanzado una escala global, en todos los continentes se han suspendido reuniones de todo tipo incluyendo las religiosas, han habido templos en cuarentena y las múltiples comunidades de fe se han visto afectadas en su normal funcionamiento, solo nos queda asumir que lo más probable es que la vida como la conocíamos… nunca vuelva a ser la misma. Esto hace que sea un escenario complejo, difícil pero a la vez retador, por lo que planteamos algunos desafíos a enfrentar en este nuevo mundo:




EL DESAFÍO DEL DISCIPULADO 
En el siglo primero los seguidores de Jesús eran perseguidos, muchas veces se les prohibió el poder reunirse lo público al inicio, y posteriormente en el ámbito privado, sin embargo, al ser esparcidos por la persecución donde fuera que llegaron portaban la fe y la expandían, en estos tiempos de pandemia, nos hemos dado cuenta que la gente literalmente “contagia aquello que porta”, como contraparte, muchos se darán cuenta que han sido meros consumidores de cultos, y que su fe se le dificultará sobrellevar el peso del aislamiento.

El desafío es vivir la fe en un contexto de aislamiento, donde es mi relación personal con Dios la que determinará si salgo fortalecido de esto y se manifieste la vida del Espíritu, o de plano se marchite porque mi vida espiritual fue siempre “tercerizada”. Por los frutos se conocerán. 


Este escenario hará la gran diferencia entre los clientes (consumidores de reuniones y productos cristianos) y los verdaderos creyentes, quienes donde estén, su fe es parte constitutiva de su vida y literalmente no pueden separarla de aquello que en esencia son, siendo el desafío ser discípulos y hacer más discípulos en estos tiempos turbulentos.   


EL DESAFÍO DEL ALTAR PERSONAL Y FAMILIAR
Muchas personas van a entrar en un espacio de tiempo donde tendrán que armar su propio altar personal y familiar, pero quizás (tristemente) por primera vez. Si bien esto es algo que bíblicamente se expone como una necesidad básica, muchos se darán cuenta que siempre han dependido de otros para nutrir su fe, esto no quita que uno se apoye con sus hermanos,  sino que el darse cuenta de que sus espacios individuales de disciplina espiritual eran pocos (o nulos) y otros se percataran que nunca habían hecho un culto familiar, le habían dado una palabra a sus hijos ni menos habían orado con ellos, suena duro, pero la fe no quita asumir los hechos como son, por brutales que sean.


Sin embargo, esto abre la gran oportunidad de recuperar lo más básico, que es el hogar... en tiempos donde muchos están obsesionados con entrar y ordenar las Casas de Gobierno, cuando en lo practico aún no han sido capaces de cumplir este papel en sus propias casas. 


Si bien espero de todo corazón que el escenario  no sea tan trágico como lo estoy planteando, creo que es un gran desafío en este contexto de crisis retomar el altar personal, matrimonial y familiar,  para el cual en contexto cuarentena difícilmente tendremos la excusa de que no hay tiempo (sino falta de…¿voluntad?).


EL DESAFÍO DE LA GENEROSIDAD
Si la persona tiene mentalidad consumidor y son más clientes que creyentes, habrá una gran dificultad para que la gente sea generosa si no asiste a las reuniones, porque sencillamente dentro una visión de consumo “uno paga por el servicio que recibe”, y  por el contrario la visión bíblica de esto es que uno ofrenda y es generoso como un estilo de vida, si bien evidentemente a largo plazo conlleva bendición. 


Por eso será un gran desafío para la iglesia alrededor del mundo el poder sustentarse y esto  dependerá de la generosidad, el compromiso y cuánta prioridad le den a ser iglesia en la medida de sus posibilidades.  Esto refleja en lo concreto qué tan comprometidos estamos con nuestra causa, si es realmente una convicción de vida o un mero consumo, ya que “las acciones expresan las prioridades”.


EL DESAFÍO DEL RECAMBIO GENERACIONAL EN EL LIDERAZGO


Por las características propias del virus donde el grupo de mayor vulnerabilidad son las personas mayores, ha quedado en claro que muchísimas Iglesias tienen la gran dificultad de que no tienen “recambio” a nivel de liderazgo, lo cual ha devenido en que muchas Iglesias por la edad avanzada de sus líderes, de facto están “descabezadas”.


No se me malentienda: ser mayor o de la tercera-cuarta edad no tiene nada de malo,  lo que sí es una desventaja y una amenaza en este contexto es no tener gente de recambio en el liderazgo.  Una expresión de esto es que en ciertos rangos de edad (20-40 años)  son muy pocos los pastores y líderes que tenemos al interior de nuestras iglesias.


El momento es ahora para potenciar a los que vienen después de nosotros y que las iglesias logren potenciar a nuevos líderes para así repartir más eficientemente el trabajo y salir adelante en este escenario complejo y hostil. 



EL DESAFÍO DE ADAPTARSE E INNOVAR
Un autor expuso brillantemente lo siguiente; gran parte de la innovación en ciertos rubros no la hicieron aquellas compañías de esos mismos rubros, no porque no pudieran o no lo hubieran pensado, sino porque se dedicaron a proteger el “modelo pasado”, y la historia comprobó que se equivocaron estrepitosamente. Amazon invento el Kindle, no las grandes editoriales, Netflix hizo masivo el streaming, no las grandes cadenas televisivas ni menos el gigante indiscutido que fue Blockbuster y del cual no quedan ni las cenizas, por eso, se viene el bonito desafío de salir de una fe templo-céntrica y culto-céntrica e innovar para adaptarse a este escenario, donde repito, la vida difícilmente volverá a ser la misma a la que conocíamos hasta antes de la pandemia.

Bienvenidos, nos guste o no,  a la “nueva normalidad” del Siglo XXI, donde lo que nos queda es innovar o innovar, Mateo capítulo 28 se titula “La Gran Comisión”, no “La Gran Sugerencia” ¿no es cierto?. Esto incluirá adaptarse, sumar y utilizar nuevas tecnologías y nuevos enfoques para poder ejecutar la gran comisión. Maravilloso, retador y aterrador a la vez.




Por favor no se me tome por pesimista, por el contrario, soy un optimista entrenado, pero eso no implica ser ingenuo y negar la realidad, ¿mi predicción? Creo ya hay un grupo de gente trabajando para el cambio y que posterior a esta crisis nuestra Fe se verá fortalecida, promovida y beneficiada al pasar por este difícil valle. La Iglesia de Jesús ha sobrevivido a catástrofes iguales o peores, surfeando siempre las olas del cambio para siempre encontrar la forma, guiados por el Espíritu, de salir adelante frente a cualquier obstáculo. Soy un convencido que este escenario, por intrincado que sea, será igual que en los siglos pasados: una oportunidad de crecimiento... si elegimos ser lo suficientemente flexibles y sacrificar los modelos previos por mucho que nos gusten.  
Es tiempo de dejar de llorar al Saúl del pasado e ir a ungir al próximo David, ¿te atreves?. 


  


Frodo: "Desearía que esto no hubiera ocurrido en mi tiempo."
Gandalf: "Yo también, y todos los que vivimos para ver tales tiempos. Pero eso no lo decidimos nosotros. Todo lo que que podemos hacer es elegir qué haremos con el tiempo que se nos da".
J.R.R Tolkien, "La comunidad del anillo"


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Carlos Felipe lastra 
@carlosfelipelastra
Chile
Abril 2020
10:57 / by / 0 Comments

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